La curiosa manía de escribir

Supongo que muchas veces habrás oído que los escritores tienen manías a la hora de escribir y esto es genial, ya que son justamente esas manías las que conforman el particular estilo de escritura de cada escritor.

Sabías que el un nóbel como Gabriel García Marquez se pone un mono de mecánico cuando se sienta a escribir?o que Hemingway no escribía si no llevaba en su bolsillo derecho una pata de conejo y una castaña de indias? O que Borges se sambullía en una bañera a la espera de que el baño matinal se convierta en un cuento borgiano?

Apuesto a que nunca te hubieras imaginado que Ken Follet comenzó a escribir porque necesitaba dinero para pagarse un coche.

Yo también tengo manías a la hora de escribir, aunque de momento no voy a confesarlas. Te atreves tú a ser el primero?

Tip Nº 2

Cuando no sepas sobre qué escribir, respira profundo y mira atentamente a tu alrededor. Relaciona cada objeto que veas con algún recuerdo que te venga a la mente. Y si no te viene ningun recuerdo, invéntalo.

Escribe!!!!

Si te preguntas cuándo o en qué momento deberías escribir, mi respuesta es : siempre!!!!

Escribe mientras te levantas de la cama, mientras desayunas y mientras hablas con la gente. Escribe mientras vas en el tren o esperas en la cola del pan, mientras escuchas o mientras miras el cielo. Escribe aun cuando decidas no escribir.

Y llegará un día en que tendrás que tener cuidado de esas palabras que milagrosamente brotan de tus dedos porque seguramente serán mucho mejor de lo que tú mismo esperas. Y entonces aunque en el fondo sepas que nunca podrás vivir de la escritura (o si, pero no lo sabes) también sabes que nunca más podrás vivir sin ella.

Y mientras lo averiguas, escribe!!!!

Tip Nº 1

Busca siempre más allá de tus primeras ideas. Cuando creas que ya no hay nada más allá de lo posible, entonces comenzará a surgir lo imposible. Y tus lectores lo agradecerán.

Comenzar a escribir

Muchas veces nos preguntamos sobre qué escribir y como no se nos ocurre nada, acabamos el día sin haber escrito ni una sola línea. Lo mejor para vencer esa hoja en blanco que tanto nos intimida es escribir a vuelapluma. Esto es: dejarnos ir sin detenernos a pensar o reflexionar sobre lo que escribimos.

Permitamos por un momento que la mente se vacíe y los dedos vuelen sobre el teclado.Y para ello, que mejor que jugar:

Pensar una palabra cualquiera, por ejemplo VERANO. Escribir una palabra con cada una de las iniciales. Con todas esas palabras escribir un par de líneas que formen una historia.

Dedos a la obra. A crear!!!

La escritura y yo

Muchas veces me preguntan desde cuando escribo y aunque sé que probablemente haya comenzado a escribir en la adolescencia, mi respuesta inevitablemente es la misma: desde siempre.

A pesar de ello, por más que intento recordar, no creo en ningún momento haber deseado ser escritora ni haber soñado con que alguien me considerara de ese modo al leer mis primeros poemas de amor.
Con el tiempo, el ímpetu de escribir de esa edad de oro fue dejando paso a otras nuevas sensaciones hasta el punto de dejar de escribir poesía para escribir largas cartas donde intentaba plasmar sensaciones y pensamientos.

Escribir es un ejercicio, un juego, una gimnasia que se debe llevar a cabo cada día para evitar que caiga en el olvido que nos pasó a muchos que en algún momento de nuestra vida dejamos de escribir. Afortunadamente, a veces se produce un click que desencadena una nueva energía que nos trae de regreso la ilusión de escribir y plasmar en un papel en blanco todo aquello que tenemos dentro.

Hoy inicio esta andadura para ayudarte a ti y que tú me ayudes a mi a crear una relación íntima con la escritura, una alianza poderosa que nos salve del hastío, del dolor, de la incertidumbre y porqué no, hasta de nosotros mismos.

Asi que... Dedos a la obra!