viernes, 30 de noviembre de 2012

La construcción de un poema según Miquel Marti i Pol


Una vez, hace muchos años, Josep Miquel i Macaya me decía que improvisar era pecado. Hablábamos (hablaba) de literatura, de poesía, y entiendo que su afirmación no quería decir que el escritor, el poeta, debiera ser sólo un buen artesano, sino que también debía ser un buen artesano. La frase confirmaría lo que yo decía días atrás sobre la inspiración. De todos modos, siempre he pensado que sería interesante dilucidar el papel del azar en la obra de arte. Pienso en el poema, que es lo que conozco más. Yo no recuerdo haber escrito nunca ninguno que pueda decir que he "controlado" de arriba a abajo. No me refiero, evidentemente, a un control exhaustivo de las palabras, algo que ni en un escrito científico o técnico creo que se pueda hacer, sino al control de la expresión, del significado, del sentido. Para mí un poema siempre es una sorpresa. No una sorpresa total, pero sí una sorpresa parcial. En cierto modo, se puede decir que es cuando lo he acabado que sé qué dice el poema. Además, en los casos de formas no encorsetadas, ni siquiera sé la longitud que tendrán, y, una vez acabados, a menudo he pensado que podría añadir, o sacar, algún verso. En consecuencia, pues, para mí es evidente que el poema tiene una autonomía, una vida propia. Y me pregunto: esta autonomía, ¿quién la gobierna? Una respuesta fácil sería la de la subrogación de poderes. Es decir, la gobierno yo, que he puesto en marcha los mecanismos que la hacen posible, y que controlo el desarrollo general. Esto, sin embargo, entraría bastante dentro del concepto de creación, que a mí me repugna. Pero, claro, si no la gobierno yo, ¿quién la gobierna? ¿El azar? Muy bien, y ¿qué es el azar? Las definiciones del diccionario no suelen aclarar nada, son demasiado científicas y, aunque parezca un argumento poco sólido, demasiado azarosas. A mí me parece que el proceso de construcción de un poema, y, por extensión, de cualquier obra de arte, es similar a cualquier proceso vital. Yo he engendrado hijos, estos hijos están marcados por unas características que provienen de mí, ahora bien, el proceso vital que sigan será (debe ser) independiente de mi deseo, de mi voluntad. Ya sé que un hijo es un cuerpo vivo y un poema un cuerpo muerto. Hacía una comparación, y en ninguna comparación existe una igualdad absoluta. Si fuera, ya no sería una comparación, sino la misma cosa. Para mí, en el momento en que ponemos en marcha un proceso creativo, ponemos en marcha simultáneamente alguna cosa, bellísima o monstruosa, que, tanto en un caso como en el otro, se escapa de nuestro control, y no sólo eso, sino que a veces nos arrastra. Por tanto, no hay azar, entendido como casualidad, sino proceso racional que se escapa de nuestro control. Yo he observado un fenómeno curioso. Generalmente, las palabras, en los poemas, se reúnen en grupos de eufonía similar. Esto siempre lo he descubierto posteriormente a la escritura del poema, lo que me confirma que, salvo casos expresamente ensayados, no soy yo quien ha provocado la agrupación, sino la dinámica interna del poema. Y, si de eso se pasa al terreno de las interpretaciones, las sorpresas aún son más fuertes. El poema llega a independizarse, y puede influir decisivamente en el modo de ser del autor. De hecho, si el poema es un ente vivo, la explicación quizá sea más sencilla de lo que parece. Yo vivo en una sociedad, me relaciono con unas personas, pero ¿qué sé, de ellas?, ¿Quiénes son?, ¿Qué piensan?, Cuando me dicen algo, ¿expresan correctamente (tal como lo haría yo, quiero decir) lo que sienten?, ¿me engañan?, ¿voluntariamente?, ¿involuntariamente?, y cuando callan, ¿qué relación mantienen conmigo? Todo son incógnitas. Hay una relación aparente que nos puede hacer pensar que estamos en un sistema normal, comprensible. Pero lo mismo ocurre con el poema. La conversación que tuve ayer con unos amigos fue una acción equivalente a escribir un poema, pero ¿después, qué? Después se abre el gran vacío. Después cada uno se encierra en su caparazón y hace su camino. El poema tiene vida propia. Yo tengo vida propia. Los amigos también. ¿Y cómo se interrelacionan estas vidas? Lo que yo hago, lo que yo digo, ¿qué importancia tiene en la vida de los demás? ¿Puedo influir con mis acciones, puedo dominarlos? Yo estoy convencido que no. Y ellos a mí tampoco. El problema, entonces, es asumir la terrible soledad que conlleva este hecho. Vivimos solos, esta es la gran sorpresa. Y sólo aceptando nuestra soledad, edificándola cuidadosamente, queriéndola, podemos no hacer daño a los demás. La amistad, el amor, etc., son proyecciones egoístas del propio yo. Hay un vacío terrible entorno nuestro que ensayamos llenar con exteriorizaciones de nosotros mismos: mis poemas, mis amigos. Y cuando el poema desarrolla su vida, se independiza necesariamente de mí. Y cuando los amigos se van de casa, viven su vida, y yo quedo inevitablemente encerrado dentro de los límites de la mía. La realidad es eso. La vida es eso. Mi vida. Y cuando hablo de libertad sólo puedo hablar de mi libertad. No tengo ningún derecho sobre los demás, como no tengo ninguno sobre los poemas. Ellos tampoco tienen ningún derecho sobre mí. Los que me quieren son felices amándome. Por eso lo hacen. No creo que esto sea el descubrimiento del gran egoísmo. No creo que eso sea triste. Aceptar la propia inanidad y la propia soledad es una prueba verdadera de amor a uno mismo y a los demás. Una prueba (la única posible) de libertad.


Joc d´escacs (Miquel Martí i Pol)

jueves, 29 de noviembre de 2012

La voluntad de Lula

Ella se llama Cleuza Aparecida Branco de Oliveira, trabaja el el basurero de São José do Rio Preto, en el Estado de Sâo Paulo en Brasil y tiene 47 años.




Mientras Cleuza trabaja, con frecuencia se encuentra con obras de escritores famosos como Machado de Asís, José Saramago, Enrico Verissimo o poemas de Drummond entre basuras varias. Ella siempre soñó con tener una pequeña biblioteca en su casa pobre de Mirassol, a cerca de 500 kilómetros de São Paulo, así que con sus hallazgos inició una pequeña biblioteca en el mismo basurero para uso y disfrute suyo y de sus compañeros de trabajo.
Actualmente, la biblioteca tiene más de 300 titulos y está gestionada por 11 recogedores de basura, cuenta con un pequeño espacio para sentarse a leer y hasta una área para escuchar música. Allí no se cobra por leer ni por prestar libros, no hay registros, ni controles de ningún tipo, pero quien se lleva un libro a casa, lo devuelve siempre después de leerlo. El sueño de Cleuza es que sus compañeros de trabajo en el basurero que sepan leer, se apasionen por la lectura y los que no saben, que disfruten aprendiendo.
Una historia maravillosa en medio de montañas de basura.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Un diario muy especial

¿Te imaginas tener un diario creativo con unos cuantos ejercicios puedas ir desarrollando tu creatividad?
Pues Keri Smith lo ha hecho realidad con su "Destroza este diario" . Se trata de un cuaderno donde la autora te invita a plasmar tu potencial artístico haciendo todo tipo de perrerías sobre el, agujerear páginas, mojarlas, quemarlas, pintando encima, pegando fotografías viene acompañado de una caja de ceras para ayudarte a empezar. Nos ofrece la posibilidad de, mientras abrimos cualquiera de sus páginas, convertirnos en artistas, hacer despegar nuestra imaginación y trasladarlas al papel.
La idea es despertar nuestra creatividad y nuestro potencial artístico, para perder el miedo a la página en blanco.




martes, 27 de noviembre de 2012

Consejos para escribir una novela

La escritora Espido Freire (Bilbao, 1974), nos da una serie de consejos para escribir una novela.




Tip Nº 17

Cuando escribas un párrafo, cuida que tenga una estructura apropiada, que sea comprensible, evita las repeticiones y las digresiones. Un párrafo siempre tendrá una idea central y varias complementarias.

lunes, 26 de noviembre de 2012

La carta

Mirabas siempre hacia adelante
como si allí estuviese el mar. Creabas
de esta manera un movimiento de olas
ajeno y mítico en alguna playa.
Nos unía la fuerza peligrosa
que da al amor la soledad.
Aún hace temblar entre mis dedos,
de forma imperceptible este papel.
Camino abandonado entre tú y yo,
cubierto por las cartas, hojas muertas.
Pero sé que el camino persiste.
Si abandono la mano sobre el pequeño fajo,
la siento descansar sobre tu espalda.
Solías escuchar hacia adelante
como si allí estuviese el mar, ya transformado
en una voz cansada, ronca y cálida.
Poco nos une aún: sólo el temblor
de este papel tan fino entre los dedos.

Joan Margarit (Lleida, 1938)

viernes, 23 de noviembre de 2012

Sabes acariciar?


Alicia siempre nos maravilla

Minino de Cheshire, ¿ podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
-Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar - dijo el Gato.
-No me importa mucho el sitio... -dijo Alicia.
-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes - dijo el Gato.
- ... siempre que llegue a alguna parte - añadió Alicia como explicación.
- ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte - aseguró el Gato -, si caminas lo suficiente!






La primera versión cinematográfica de la famosa historia de Lewis Carroll, "Alicia en el País de las Maravillas", ha sido recientemente restaurada por el Archivo Nacional de los Materiales BFI (el original estaba severamente dañado). Esta versión fue filmada justo 37 años después de que Lewis Carroll escribiera su novela y ocho años después del nacimiento del cine. La adaptación fue dirigida por Cecil Hepworth y Percy Stow, y se basó en las ilustraciones originales de Sir John Tenniel. En un acto que solo se haría eco más de 100 años después, Hepworth coloca a su esposa como la Reina Roja, y él mismo aparece como el lacayo Frog. El gato de Cheshire es interpretado por una mascota de la familia.
Con una duración de 12 minutos (8 de los cuales sobreviven), "Alicia en el País de las Maravillas" fue la película más larga producida en Inglaterra en ese momento. Archiveros cinematográficos han sido capaces de restaurar los colores originales de la película por primera vez en más de 100 años. La restauración fue financiada por The Headley Trust y The Pilgrim Trust.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Un gran consejo

Hace 30 años, mi hermano mayor, que entonces tenía 10 años, debía entregar al día siguiente un trabajo sobre pájaros para cuya redacción había tenido tres meses. Estábamos en la cabaña familiar en Bolinas, y él estaba sentado ante la mesa de la cocina a punto de echarse a llorar, rodeado de cuadernos, lápices y libros sobre pájaros, paralizado por la enormidad de la tarea que tenía por delante. Entonces mi padre se sentó a su lado, le rodeó los hombros con el brazo y le dijo: “Pájaro a pájaro, compañero. Simplemente ve pájaro a pájaro.”

Anne Lamott

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Poesía


Las palabras

"Están llenas de ecos, de memorias, de asociaciones. Han estado por todas partes: en los labios de la gente, en las calles, en sus casas, en los campos, por tantos siglos.
(...) Son la más salvaje, libre, la más irresponsable, la más inenseñable de todas las cosas. Por supuesto, puedes atraparlas y distribuirlas y colocarlas en orden alfabético en los diccionarios. Pero las palabras no viven en diccionarios. Viven en la mente.
(...) Son altamente sensibles, y fácilmente se incomodan y apenan. No les gusta que se discuta su pureza o impureza. Son muy democráticas, también. Piensan que una palabra es tan buena como la otra, y las palabras mal educadas tan buenas como las educadas, y las incultas tan buenas como las cultas: no hay rangos ni títulos en su sociedad. Tampoco les gusta ser examinadas por separado. Se pasean juntas, en enunciados, en párrafos - a veces en páginas enteras a la vez.
Odian ser útiles, odian hacer dinero, odian que se les den lecciones en público. En pocas palabras, odian cualquier cosa que les estampe un significado o las confine a una actitud, pues su naturaleza es cambiar."


Virginia Wolf

Dos visiones sobre el personaje

Según Alicia Steimberg (Buenos Aires, 1933), hay varias maneras de construir un personaje y nos lo explica así:

"¿Cómo construí yo el personaje de la abuela en Músicos y relojeros? Recordando a mi abuela materna y haciendo de ella un retrato más bien maligno.
¿El norteamericano enamorado de la protagonista de La selva? Juntando a varios gringos simpáticos que conocí en Estados Unidos y fundiéndolos en uno solo, a mi gusto.
¿A la protagonista de Cuando digo Magdalena? Mirándome en un espejo que exaltara mis rasgos más aceptables.
¿A Amatista? Mezclando mis fantasías adolescentes de una mujer sensual y atractiva con la imagen de las actrices de la década del cincuenta.
Los personajes de Amatista en general son puro invento, pero cuando hablamos de inventar no olvidemos que tenemos a nuestro alrededor un universo de seres reales que son nuestro modelo obligado. Si yo presento un caballero del monóculo ligeramente perverso, el lector creerá que es invento puro, pero en realidad lo saqué de una vieja caja de galletitas Tentaciones donde se ven damas y caballeros de la década del veinte que a la vez representaban a las personas de clase alta de la década del 20 en Buenos Aires.
Si alguien me acusa de no haber sido fiel a la verdad, le preguntaré dónde firmé yo una promesa de que diría la verdad."

Para María Esther de Miguel (Buenos Aires, 1925-2003) , en cambio, los personajes son como el amor a primera vista y lo cuenta de la siguiente manera:

"Al principio tenés la intuición de algo. Pensás: “quiero un asesino, quiero un héroe, quiero una mujer enamorada”.
A veces robás sus características de la realidad: tomás una cara, una voz... A veces los sacás de otra novela. A medida que avanza la historia vas encontrando los detalles y muchas veces retrocedés para agregarlos.
De entrada, no tengo un personaje acabado, ni siquiera cuando se trata de personajes históricos. En la Historia están los datos, las fechas, las familias. Pero el personaje lo armás vos con tu imaginación.
Si en el imaginario colectivo un personaje es de determinada manera no te podés apartar mucho. El personaje histórico da más trabajo en lo técnico, más trabajo artesanal. No podés zafarte de los documentos. Yo, cuando dudaba, les daba un golpe de teléfono a historiadores como Félix Luna o a Hebe Clementi o a María Sáenz Quesada.
Cuando trabajé sobre Urquiza me fueron surgiendo escenas: como podía ser una tertulia, qué conversaciones podía tener. Ahí salió el hombre culto, el estadista, el guerrero.
Como el amor a primera vista, los personajes aparecen con sus características. Hay cosas que son como los huesos: no se modifican. Un personaje vivo no es flan, como yo no he sido un flan en mi vida."

martes, 20 de noviembre de 2012

Tip Nº 16

No corrijas hasta que hayas escrito todo el libro. Las correcciones hechas durante el principio de creación son, por lo general, excusas para no seguir adelante. 

lunes, 19 de noviembre de 2012

Creación

Y primero era el agua:
un agua ronca, sin respirar de peces, 
sin orillas que la apretaran... 
Era el agua primero, 
sobre un mundo naciendo de la mano de Dios... 
Era el agua... 
Todavía la tierra no asomaba entre las olas, 
todavía la tierra sólo era un fango blando y tembloroso... 
No había flor de lunas ni racimos de islas... 
En el vientre del agua joven se gestaban continentes...
¡Amanecer del mundo, despertar del mundo! 
¡Qué apagar de fuegos últimos! 
¡Qué mar en llamas bajo el cielo negro!
Era primero el agua.

Dulce María Loynaz (Cuba, 1902-1997)

Persigue, pregunta y avanza!!!


viernes, 16 de noviembre de 2012

Como escribir un cuento de terror

El cuento como unidad de trabajo por excelencia del relato fantástico y de terror fue eficazmente establecido por Edgar Allan Poe. Según sus propias palabras, los procedimientos que se deben seguir para conseguir componer un buen cuento de terror son:
«Un hábil artista literario ha construido un relato. Si es prudente, no habrá elaborado sus pensamientos para ubicar los incidentes, sino que, después de concebir cuidadosamente cierto efecto único y singular, inventará los incidentes, combinándolos de la manera que mejor lo ayude a lograr el efecto preconcebido. Si su primera frase no tiende ya a la producción de dicho efecto, quiere decir que ha fracasado en el primer paso. No debería haber una sola palabra en toda la composición cuya tendencia, directa o indirecta, no se aplicara al designio preestablecido. Y con esos medios, con ese cuidado y habilidad, se logra por fin una pintura que deja en la mente del contemplador un sentimiento de plena satisfacción. La idea del cuento ha sido presentada sin mácula, pues no ha sufrido ninguna perturbación; y eso es algo que la novela no puede conseguir jamás. La brevedad indebida es aquí tan recusable como en la novela, pero aún más debe evitarse la excesiva longitud.»
Poe encontró la fórmula para conducir el terror a través de las palabras de una forma eficaz y contundente. El equilibrio y la contención que impone una narración breve, facilitan el estrecho control de lo que se narra y permiten moderar hábilmente la tensión. El lector, atraído por lo que lo asusta cada vez más, es conducido a través de la telaraña narrativa, en manos de una técnica depurada que basa su eficacia en la creación de una atmósfera sugerente, gracias a los mecanismos psicológicos que convierten lo macabro en un objeto de placer estético.
Para poner en marcha el engranaje terrorífico, la descripción tiene un papel fundamental en el género. La descripción de la atmósfera, los personajes (física y psíquicamente), los espacios, la situación, etc.
Los autores no ahorran detalles en estas descripciones, conscientes de su importancia en la narración. Para conseguir el impacto deseado, hacen una selección del léxico más adecuado, especialmente de la adjetivación que complemente la atmósfera que va emergiendo de las páginas.Esta premeditada selección del material narrativo se pone al servicio de un crecimiento gradual de la tensión, que acostumbra a alcanzar su clímax al final de la narración. Por eso, muchas narraciones basan su técnica en una estructura ascendiente, es decir, una lenta escalada del interés del lector, a menudo a merced de una estrategia basada en premoniciones que tiene la doble misión de alertar y de estimular la curiosidad de aquél que se ha internado en el laberinto narrativo del terror. Su lenguaje, dada la connotación, es una combinación de poesía y narrativa, ya que transmite sentimientos y emociones y nos da cuenta de una historia.
Una de las características más notorias del cuento de terror y motivo principal de su gran éxito es que puede mantener un ambiente de suspense con mucha más facilidad y firmeza que una narración larga. 
Poe dice que el suspense es «cierto efecto único preconcebido, situado al final de la historia, al que todos los incidentes deben confluir». No debe haber ninguna descripción, digresión o comentario que no vaya encaminado a conseguir el efecto único que el autor se ha propuesto previamente: todo debe estar dispuesto para la sorpresa final. Esta teoría implica una tensión constante en el relato y una gran economía de medios al relatar las acciones de la trama.
"El corazón delator" es un ejemplo perfecto: se trata de un cuento breve que mantiene al lector interesado y en vilo desde el primer momento. Su economía es sorprendente, no sobra ninguna frase y toda la acción, que va intensificándose paulatinamente, está dispuesta para estallar en el desenlace, o lo que Poe llama la “unidad de efecto”. El desenlace no tiene por qué suponer una aclaración del misterio, pues a menudo sucede todo lo contrario: la duda, la ambigüedad con que se queda el lector suele ser una forma habitual de cerrarlo y de proporcionar una nueva sensación de intriga, esa otra vuelta de tuerca.

Nunca dejes de sorprenderte

Lo terrible es dejar de sorprenderse, ahí, en ese punto trágico, mueren tanto el amor como la creación.



jueves, 15 de noviembre de 2012

¿Escribimos poesía?

Dominar el lenguaje, la forma y el contenido de las palabras es fundamental para escribir poesía. Familiarizarse con ellas, perderles el respeto, es el primer paso.
Vamos a intentar escribir poesía con estos 3 ejercicios creativos:

Ejercicio 1: escribimos espontáneamente y sin pensar, empleando sólo sustantivos y adjetivos hasta completar una página.
Ejercicio 2: escribimos espontáneamente y sin pensar, empleando únicamente verbos conjugados en los tiempos y modos que desees.
Ejercicio 3: elegimos seis conjuntos de palabras del ejercicio 1 y seis verbos del ejercicio 2 . Los combinamos evitando las combinaciones lógicas. 

Colocamos en una en columna las combinaciones elegidas y tendremos como resultado un poema de seis versos.


Diálogos


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Una aproximación a la poesía

Conocer los procedimientos poéticos es dominar el oficio de escribir y en función de ellos se corrige el texto, se reescribe.
Dichos procedimientos nos permiten manipular los recursos poéticos, dosificarlos, combinarlos de un modo singular y significativo, potenciarlos. Nos centramos en la siguiente idea: un poema implica la máxima economía de lenguaje: 
DECIR MUCHO CON MUY POCO.
Como primera aproximación al proceso del poema propondremos el siguiente cuestionario. Responderlo nos pone en contacto con lo que pensamos y lo que sentimos, cuestiones fundamentales a la hora de enfrentarse a la escritura poética.

1 ¿A partir de qué inicias un poema? (Una palabra, una idea, un recuerdo, etc.)
2 ¿Cuál es la preocupación personal que te provoca o te provocaría escribir poesía?
3 ¿Y preocupación social?
4 Cita algunos de tus deseos aunque te parezca imposible o absurdo
5 Nombra un objeto
6 ¿Lees poesía? ¿Qué escritor prefieres? ¿Sabes por qué?




¿Y si hoy fuera ese día?


martes, 13 de noviembre de 2012

Tip Nº 15

Si escribes diálogos, repítelos en voz alta a medida que los vayas escribiendo. Sólo entonces obtendrás el sonido del diálogo.

6 tips sobre el narrador

1 El narrador es el que cuenta la historia. Elegir el narrador a la hora de contar es conveniente.2 El narrador se manifiesta situándose desde un punto de vista determinado y hablando con un tono de voz.
3 El punto de vista puede ser desde fuera y desde dentro
4 Sin escritor no hay relato, pero cada escritor puede elegir entre innumerables narradores posibles.
5 El narrador ve y dice: ve desde un ángulo determinado y dice con un tono de voz.
6 El narrador dosifica la información que recibe el lector

lunes, 12 de noviembre de 2012

Aquella tarde

Aquella tarde, al decirle
que me alejaba del pueblo,
me miró triste, muy triste,
vagamente sonriendo.
Me dijo: ¿Por qué te vas?
Le dije: Porque el silencio
de estos valles me amortaja
como si estuviera muerto.
-¿Por qué te vas?- He sentido
que quiere gritar mi pecho,
y en estos valles callados
voy a gritar y no puedo.
Y me dijo: ¿Adónde vas?
Y le dije: A donde el cielo
esté más alto y no brillen
sobre mí tantos luceros.
La pobre hundió su mirada
allá en los valles desiertos
y se quedó muda y triste,
vagamente sonriendo.

Juan Ramón Jiménez (España, 1881-1958)

viernes, 9 de noviembre de 2012

Tiempo sin tiempo

"... preciso tiempo el necesario para

chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo..."



El soliloquio

El soliloquio es un tipo de monólogo interior en que el personaje dialoga consigo
mismo. El hablante se dirige a un tú. Mucho más organizado y lógico. Conserva totalmente la estructura sintáctica y los signos de puntuación. Permite conocer una argumentación en voz alta del personaje sobre el acontecer más que de él mismo. Es una técnica muy utilizada sobre todo, en teatro.

Ejemplo:
"Imagínate que tienes una herida en alguna parte de tu cuerpo, en alguna parte que no puedes ubicar exactamente, y que no puedes, tampoco, ver ni tocar, y supón que esa herida te duele y amenaza abrirse o se abre cuando te olvidas de ella y haces lo que no debes, inclinarte, correr, luchar o reír; apenas lo intentas,la herida surge, su recuerdo primero, su dolor enseguida:aquí estoy, anda despacio.No te quedan más que dos caminos: o renunciar a vivir así, haciendo a propósito lo que no debes, o vivir así, evitando hacer lo que no debes."
(Manuel Rojas,Hijo de ladrón)

Juan Ramón Jimenez

Poeta español nacido en Huelva en 1881, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1956, por el conjunto de su obra, designándose como trabajo destacado de la misma, la narración lírica Platero y yo.La obra poética de Juan Ramón Jiménez es muy numerosa, con libros que a lo largo de su vida, en un afán constante de superación, repudia - o de los que salva algún poema, casi siempre retocado en sus sucesivas selecciones. 
Murió en Puerto Rico en 1948.



La poesía es un intento de aproximación a lo absoluto por medio de los símbolos.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Motivos para escribir

A menudo me pregunto porqué escribo. No es sólo para crear obras hermosas o relatos entretenidos. Es una actividad que parezco necesitar para sobrevivir. Me siento muy mal cuando no lo hago. No es que escribir me produzca un gran placer, pero es mucho peor si no lo hago.
(…)
Escribir, en cierto sentido, es una actividad que me ayuda a aliviar la tensión de esos secretos sepultados. Recuerdos ocultos, traumas, cicatrices infantiles…es evidente que las novelas surgen de una parte inaccesible de nosotros mismos.

Paul Auster

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Querida Frida

¿Te acuerdas del ejercicio en el que tenías que ponerte en la piel de un personaje favorito y contar algo?
Hoy vamos a escribirle una carta: desde un lugar aislado, romántico o melancólico, vamos a recordar o imaginar que recordamos momentos compartidos con este personaje y le vamos a escribir una carta.

"Querida Frida:
Hace tanto tiempo que no sé de ti, que me pregunto qué se habrán hecho esos cielos que dibujábamos juntas esa tórridas tardes de agosto..."

martes, 6 de noviembre de 2012

El narrador

Todos tenemos historias que contar. La manera de hacerlo las hace más o menos interesantes. En el origen de toda narración escrita hay un escritor de carne y hueso. Pero ese escritor no es el que habla en el relato, en el cuento, en la novela. Tiene a su disposición varios disfraces: son los distintos narradores que puede elegir a la hora de contar. No es el autor, sino un narrador, quien cuenta la historia. En el territorio de la ficción todo es posible. Admite nuestras ideas más extravagantes, los miedos, los amores. Con las herramientas apropiadas se puede construir un mundo a la medida de nuestro deseo. Conciso o extenso. Para conseguirlo, es fundamental elegir el tipo de narrador que contará los hechos. Es el autor quien da la palabra al narrador eligiendo el más conveniente.
A la hora de escribir debemos preguntarnos:
¿Quién llevará la voz cantante? El escrito es uno, los narradores a los que el escritor puede apelar son numerosos.
¿Quién dice esto?, se preguntan los lectores frente a un relato. Cuanto más creíble les resulta la historia, más pronto surge esa curiosidad. Los niños suelen preguntarle a la abuela cuentista: “¿cómo lo sabes?, ¿ocurrió de verdad?”.
¿Quién habla en un relato? Es el narrador quien tiene la palabra en un relato. Sobre sus discurso se apoyan los monólogos y los diálogos de los personajes.
Pero ese apuntador interno que dice “yo” y se refiere a mí, no es necesariamente el escritor. El “yo” del cuento puede adoptar las características de personales muy diversos.
El “yo” del escritor no es el mismo “yo” del relato.
 Los narradores son agentes a través de los cuales se expresa el autor.
El narrador es quien enuncia y no coincide con el autor del texto; si hay coincidencia se trata de una autobiografía y no de un relato novelado. 
Un ejemplo claro es el emblemático comienzo de El Quijote:
“En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme,”
“No quiero acordarme”: lo dice el narrador ficticio y no Miguel de Cervantes, el autor. Gracias al narrador, podemos contar algo transformándonos en quien queramos: cambiar de sexo o de edad; de carácter o de clase social; de sentimientos o de época vivida.

Tip Nº 14

Piensa en la escritura como un músculo al que se debe trabajar cada día para evitar que se atrofie. Cuanto más lo ejercites, mejor escribirás.

lunes, 5 de noviembre de 2012

El microcuento

El microcuento (también llamado microrrelato, minificción o cuento híper breve) es una variante narrativa cuya característica principal reside, obviamente, en la brevedad del texto. Suelen ser construcciones de un solo párrafo que, omitiendo descripciones u otros “derroches” de palabras, contienen inicio, nudo y desenlace, para contar un hecho concreto, empleando la elipsis como principal, o único, recurso narrativo. Así, lo que no se cuenta es tan importante como lo que se relata, claro que los vacíos deben ser llenados por la imaginación o cultura general del lector.David Lagmanovich, uno de los principales teóricos del microrrelato, además de la brevedad, señala los siguientes rasgos:

a) es irrelevante su relación con el mundo natural, pero obligatoria su vinculación con la naturaleza humana
b) enfoca un evento o incidente individual (o sea, no es una generalización)
c) marca el paso del tiempo —sobre todo a través de formas verbales y adverbiales— y la distancia entre el tiempo interno de la narración y el de la producción y lectura del texto, evitando así los rasgos de intemporalidad. 
d) es frecuente que los textos de este tipo escritos en español exploten la distinción aspectual —en terminología actual de la Academia— entre el pretérito perfecto simple (que yo llamo “pretérito”) y el pretérito imperfecto (o simplemente “imperfecto”).

Esta concepción del microrrelato excluye del corpus numerosos textos en prosa de extensión limitada: todos los aforismos (que son por definición generalizadores); la mayor parte de las “greguerías” (aunque unas cuantas pueden mostrar sustancia narrativa); los textos imitativos de los bestiarios medievales (que no se refieren a la experiencia humana); ciertos ensayos brevísimos (como aquellos incluidos en Torri 1917); recreaciones de la prosa de la publicidad y de los medios masivos de comunicación no articulados narrativamente, y otros más.
Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

La higuera

Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises
yo le tengo piedad a la higuera.
En mi quinta hay cien árboles bellos,
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.
En las primaveras
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos, que nunca
de apretados capullos se viste...
Por eso,
cada vez que yo paso a su lado
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
"Es la higuera el mas bello
de los árboles todos del huerto".
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡Que dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
"Hoy a mí me dijeron hermosa".


Juana de Ibarbourou (Uruguay, 1892-1979)

viernes, 2 de noviembre de 2012

Juana de Ibarbourou

Poeta uruguaya nacida en Melo en 1892.
Desde muy joven empezó a publicar los primeros poemas bajo el seudónimo de Juanita de Ybar, los cuales fueron
compilados en su primer libro, «Lenguas de Diamante», obra que la lanzó a la más resonante fama.
Su estilo inicial fue apasionado y sensual dentro de la órbita modernista, vinculándose luego al vanguardismo.
Su verso, con el paso del tiempo, ganó serenidad y melancolía, haciéndola alcanzar el Premio Nacional de Literatura
en el año de 1959.
Falleció en 1979.




Porque ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece.

Receta

Una historia funciona cuando contiene bombas de tiempo dispuestas a estallar en la próxima página.
Gordon R. Dickson

jueves, 1 de noviembre de 2012

10 Consejos para escribir ficción

1-Escribe regularmente. Si no tienes mucho tiempo, escribe al menos cinco minutos por día.

2-Escribe el tipo de ficción que amas leer.

3-No esperes a la inspiración para comenzar.

4-Escribir es reescribir. Siempre.

5-Escucha todas las críticas con la mente bien abierta.

6-Lee todo lo que puedas. Y más también.

7-No sigas las tendencias en boga. Cuenta las historias que desees y como desees.

8-Dedica especial atención al primer párrafo. El que pega primero, pega dos veces.

9-Trata de “convertirte” en tus personajes mientras los escribes.

10-No te desanimes ante un rechazo. Al 90 por ciento de los escritores más exitosos les dijeron al menos una vez que se dedicaran a otra cosa.