martes, 28 de agosto de 2012

Comenzar a escribir

Lo primero que necesitamos a la hora de ponernos a escribir es el deseo ineludible de escribir. Podríamos decir que es el único requisito indispensable. Ahora bien ¿Escribir en soledad o en medio de una multitud? ¿De pie o tumbado? ¿No pensar lo que se dice o no decir sin antes pensarlo? ¿Recurrir a la metáfora o rechazarla? ¿Hacer hablar al personaje o acallarlo? La lista de ejemplos es inagotable. Sin duda, tanto una fórmula como la contraria son válidas. La respuesta depende de cada caso. De cómo se escribe depende qué se escribe. Por lo tanto, conocer los secretos, las técnicas y los trucos del oficio nos aporta mayores posibilidades de encontrar nuevas vías y alimentar el proceso. 


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