miércoles, 20 de febrero de 2013

El síndrome de la página en blanco

Sin ningún lugar a dudas, el síndrome de la página en blanco es el más común de todos los bloqueos y el que más nos aterra. No te lo puedes creer. Revisas una y otra vez el historial de frases escritas y borradas en esa misma página , pero la muy traidora sigue en blanco. Pienas que la historia ya está terminada y hasta puedes ponerle título, pero lo mejor será que la llames "La Historia Invisible", porque en esa hoja no hay nada, ni lo habrá.
Tú lo sabes, eres consciente que no te sale ni una sola palabra, pero te niegas a admitirlo. Esta situación puede deberse a muchos factores, pero casi siempre va unido a una experiencia personal traumática, de frustración, apatía. En definitiva algo que te congoja, y no deja que las ideas fluyan libremente; y si lo hacen, no eres capaz de desarrollarlas. En este caso lo que necesitas es hacer ejercicio mental, y puedes empezar precisamente por ese problema al que no dejas de darle vueltas, y en vez de escribir para olvidarte de él, escribe sobre él, y cuando vayas cogiendo el ritmo, probablemente estés lo suficientemente suelto para poder desarrollar otras ideas que antes se te atragantaban. Este tipo de bloqueos atiende a un problema de agarrotamiento, y la manera de superarlo, es escribiendo sobre cosas cotidianas, cercanas a ti, modificándolas a tu gusto, aunque al final no sean más que un borrador de nada. Entiéndelo como un ejercicio de calentamiento.

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