viernes, 15 de febrero de 2013

La Increíble Máquina Aforística

Un grupo de escritores y matemáticos franceses han ideado un instrumento para crear a través de unas técnicas y algoritmos de escritura limitada que no fijan ningún tipo de norma artística. 
Entre sus miembros se encuentran Ítalo Calvino, Marcel Duchamp o Georges Perec. Éste último, en su ensayo Pensar/Clasificar, nos habla de una máquina teórica inventada por su amigo oulipiano Marcel Bénabou, capaz de crear aforismos de forma automática. El artefacto estaba compuesto por una gramática y un léxico. La gramática contaba con cierta cantidad de fórmulas típicas de los aforismos. Por ejemplo:

- Los pequeños A hacen los grandes B.
- A no sería A si no fuera B.
- A es una enfermedad cuyo remedio es B.

El léxico de la máquina, por su parte, enumeraba pares, tríos o cuartetos de "palabras que pueden ser falsos sinónimos (amor/amistad, palabra/lenguaje), antónimos (vida/muerte, forma/fondo, recuerdo/olvido), palabras agrupadas por el uso (crimen/castigo, hoz/martillo, ciencia/vida)", etcétera. Se volcaban las palabras en los casilleros correspondientes, se hacían las combinaciones precisas y ¡voilà!
Este planteamiento teórico fue llevado a la práctica  por Paul Braffort (científico francés, ingeniero, escritor, poeta, letrista y compositor) que la implementa en un rudimentario programa de ordenador siguiendo las reglas que Bénabou había impuesto.
La increíble máquina Aforística que encontramos aquí, modifica el algoritmo original olvidando las relaciones entre palabras para dar aún más libertad al componente azaroso. La parte gramatical sigue siendo la misma: una serie de fórmulas con variables susceptibles de ser sustituidas por valores que el usuario podrá comunicar a la máquina mediante la introducción de sustantivos y adjetivos que pasarán a formar parte del glosario de palabras con el que trabajará el algoritmo. De esta manera, cada vez que un usuario introduzca una palabra, la máquina comprobará si está en el diccionario. Si es así, combinará dicha palabra con las que crea conveniente según la fórmula elegida aleatoriamente. Si no la encontrase, la añadirá y la clasificará como singular/plural y masculino/femenino, dando la posibilidad a los usuarios de rectificar esta clasificación en el caso de que no fuera correcta. Poco a poco, el diccionario irá creciendo de forma fiable y la posibilidad de relacionar dos términos, aparentemente discordantes, será más divertida y asombrosa.
Además, la máquina da la posibilidad de guardar aquellos aforismos que tengan sentido o resulten ingeniosos para que, a continuación, puedan ser votados por la misma comunidad de usuarios y crear así un listado de aforismos ordenados por el número de votos conseguido.

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